Arte de Teotihuacán (Entrada Larga) Parte 1
La ciudad de Teotihuacán era ua un conjunto de ruinas en el momento de la llegada de los españoles a México.
Su centro ceremonial, atravesado por el inmenso ''Camino de los Muertos'' y salpicado de monumentos tan importantes como la Ciudadela, la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, era una parte mínima de la ciudad y de la cual dependían centenares de aldeas y pueblos, a lo largo del valle, concentrándose cada vez una población mayor. Debido a este aumento de población de vieron obligados a expandirse de forma comercial y conquistando para poder sustentar el desarrollo.
Se es considerado centro ceremonial ya que Teotihuacán significa ''lugar donde uno se convierte en dios''. Este lugar era como un cementerio de reyes, los cuales, tras la muerte, se transformaban en dioses; de ahí, también que los aztecas llamasen a su avenida principal ''calle de los muertos''.
El arte teotiguacano es un arte que por primera vez se desarrolla urbanística y arquitectónicamente. Se planifica sobre la base de grandes espacios y la colocación y uso de módulos más pequeños. En estos grandes espacios se suele construir pirámides escalonadas, plazas, avenidas, plataformas y altares.
Lo que buscaban conscientemente , o no, los arquitectos teotihuacanos era la realización de un gran escenario en el que pudiera desarrollarse el ''drama'' religioso o ceremonial de manera espectacular. La larga avenida, en ligera pendiente , contribuye a hacer más alta la piramide de la Luna, que se halla al final de ese camino, hasta el punto de que desde una cierta distancia, la altura de esta pirámide y la del Sol parecen equivalentes cuando la primera mide 42m y la segunda 63 m de altura.
La arquitectura religiosa es proyectada hacia el exterior. Los templos, que no se mantienen en pie, debieron de ser reducidos y oscuros: viviendas misteriosas de los dioses. En lo que se refiere a la decoración, a veces era policromada en el exterior de las plataformas, las grandes escalinatas... Todo debió contribuir a crear una imagen impresionante ante los ojos del pueblo que confirmase la supremacía sobre natural de las divinidades y del propio cuerpo sacerdotal como representarte de esas divinidades.
La Pirámide del Sol tiene una planta casi cuadrada y que está orientada hacia el Oeste. La construcción de una pirámide escalonada se debe a que, a la vista de una nueva construcción no destruyen lo anterior por lo que construyen encima. En el acceso de la Pirámide del Sol hacia la cima vemos que son desiguales, que en el primer tramo se apoya en taludes en la base de la pirámide, dividida en dos escalinatas que rodean un cuerpo piramidal añadido posteriormente a la estructura principal. Junto a esta pirámide, al rededor, se encuentran las casas de los sacerdotes. Estos sacerdotes subían los cuatro cuerpos que da forma a la pirámide para llegar a la cima donde se situaba un templo perecedero, de madera con techumbre de paja. Que además justo en frente de las pirámides que mencionamos presentan una plaza con el nombre, en este caso, la Plaza del Sol.
La Pirámide de la Luna se encuentra en la parte más alta de la avenida principal, es de planta rectangular formada por cinco cuerpos de altura diferente. Su parte frontal fue reconstruida y se halla adosada una construcción con varios cuerpos y escalonamientos que soportan las escaleras al acceso divididas en varios tramos. Frente a ella existe una estructura cuadrangular, con diez pequeños altares, denominada la Plaza de la Luna. Al rededor de esta pirámide encontramos unos edificios que tendrían la misma función que en la Pirámide del Sol, para la casa de los sacerdotes del templo que se encontraba en la cima. Los nombres del Sol y de la Luna corresponden a la época azteca, por lo que se desconoce para qué dioses fueron emplazadas estas monumentales estructuras. Los especialistas consideran que ambas edificaciones deben haber sostenido templos, sin descartarse la posibilidad que hayan sido enterrados en su interior algunos personajes de importancia para la comunidad.
De forma segura no es, pero para la Pirámide del Sol fue consagrada por el dios Tláloc y la Pirámide de la Luna por Chalchiutlicue.
Tláloc: era el principal Dios de Teotihuacan, con características de embajador y comerciante. Es el Dios de
la Tierra y del agua que cae, ya que también tiene relación con las cuevas. Su nombre quieres decir “Camino debajo de la Tierra o Cueva Larga”. Es la caverna, que hace honor a la fertilidad de la Tierra donde no faltaría nada para que el hombre siempre se encuentre bien.
Su templo principal era la Pirámide del Sol. Aunque Tláloc, también tiene como significado real “Dios de la lluvia y los truenos” aunque también estaba relacionado con la guerra. Uno de los emblemas más constantes con el que lo representaban es el: Rayo.
En algunos casos el rayo lo lleva en la mano derecha, en otras surge de una forma semicircular y lo rodean ganchos.
Un atributo que se maneja desde Mesoamérica para representar a los dioses de la lluvias son las: Anteojeras para los ojos. En Teotihuacan era normal que se retrataran guerreros que llevarán anteojeras y que les cubrieran los ojos. Los relámpagos se consideran como su arma más poderosa o principal.
Tláloc estaba muy relacionado con las montañas donde caían las lluvias. Se distingue por los ojos concéntricos, labio superior con las comisuras volteadas hacia arriba, dos colmillos, tres a cinco dientes, el tocado con tres o cinco nudos, un lirio acuático en la boca, rayos en la mano, bigotera que sale de los colmillos, las orejeras redondas anteojeras y ojos concéntricos, elementos asociados con el agua, plantas y fuego, el símbolo del año, gotas de agua, semillas, el símbolo “ojo de reptil” y por último variantes de tocados.
Chalchiutlicue: su nombre significa “La de las faldas de Jade”, es una deidad femenina que al igual que Tláloc, pudo haber sido su mujer o hermana y tiene relación con el agua. Ambos regían los arroyos, ríos, lagos, el agua contenida en los cerros y en la nubes de donde caía agua para los sembrados.
Era considerada como un elemento arquitectónico, ya que en lugar de portar un tocado en la cabeza; cargaba un inmenso cubo de piedra con una línea en medio. Lleva sandalias ornamentadas con grandes plumas, una falda con tejido de cuentas verdes en forma de rombos, en la parte baja de la falda tiene una fila de chalchihuites y otra de plumas muy grandes (plumones).
Sus manos están sobre el vientre en forma de puño y tiene brazaletes de cuentas verdes en cada muñeca de se mano. Sus hombros están cubiertos por un quechquémitl cubierto de plumas y chalchihuites que llegan a
la cintura. Tiene dos grandes orejeras circulares con placas cuadradas en la parte inferior y un collar de tres hilos de cuentas; en el pecho tiene un hueco que debió haber estado cubierto de oro, jade, concha u obsidiana.
Sus ojos y la boca tienen un marco de círculos gruesos, que tienen cierta relación con Tláloc. Era adorada por lo peregrinos y siempre que pasaban la saludaban.
La tercera gran estructura arquitectonica es la Ciudadela, en cuyo interior se encuentra el templo de Quetzalcoatl. Llamada “La Serpiente Emplumada”, representó el agua fluvial de ríos y de elementos cósmicos. El templo de Quetzalcóatl está dedicado a dos serpientes sagradas: La emplumada, que hace referencia al agua y la del fuego.
A la Era de Quetzalcóatl se le llamo “movimiento”, ya que según esta deidad manifestó que el fin de la vida es rebasar la realización individual para participar en la evolución y desarrollo de la naturaleza en su totalidad.
La transformación se da por medio de la espiritualidad que tiene todo ser terrestre, esto salva a la materia de la gravedad y la muerte. Es por esta teoría que los grandes seguidores de Quetzalcóatl se llamaron “Grandes artesanos”.
En Teotihuacan el Dios Quetzalcóatl es una serpiente de cascabel cubierta totalmente de plumas de quetzal verdes y onduladas. La serpiente emplumada era la que acompañaba los truenos, es decir a Tláloc, por lo que se considera como una criatura del mar.
Las plumas verdes de quetzal que cubren el cuerpo de la serpiente, representa que la vegetación comenzaba cuando llegaba la temporada seca. La piel rugosa de la serpiente era la representación simbólica de la Tierra. Su función era transportar aguas terrestres con su cuerpo.
Es representado frecuentemente como una serpiente que aventaba agua de la boca, esparcía la lluvia en el cuerpo de Tláloc y lo llevaba en el lomo o en la boca.
La Ciudadela está compuesta por un recinto cuadrado de unos cuatrocientos metros de lado, rodeada de plataformas, sobre las cuales, y en los lados norte, sur, oeste, se elevan cuatro basamentos piramidales de los lados norte y con escalinatas abiertas a la avenida. En el interior, un lugar común a estas estructuras tenemos un gran patio que es donde se sitúa el Templo de Quetzalcoatl. Este templo esta en un estado delicado pero por lo que se conserva, esta y estuvo decorado con cabezas de bulto redondo que se colocan en el muro.
Debemos tener en cuenta que las estructuras nombradas estaban policromadas para que llamase la atención a la población de las afueras. Este ultimo templo tendría los colores azul, rojo y amarillo, con conchas (que eran un material precioso).
Destacando el Templo de Quetzalcoatl, los paramentos de cada uno de los cuerpo piramidales se componen de un amplio tablero vertical limitado por grandes franjas o cornisas, en cuyo interior se desarrolla un relieve del que surge de trecho a trecho , verdaderas esculturas de bulto; y de un talud inferior en la que hay también relieves. En estos espacios se mezcla lo simbólico con el naturalismo más violento y la esquematizacion geométrica. En los taludes y en los tableros podemos encontrar serpientes (Quetzalcoatl) o dragón que emergen de una flor abierta, la cabeza de la divinidad.
0 comentarios: